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Texto Curatorial


"Lo lúdico, lo fantástico, y la naturaleza de la imaginación".

 

El trabajo artístico de Alejandro Barreto, conversa con lo  mágico, con lo irreal, o tal vez con algo más real que la ilusión creada, pero esa ilusión de qué habla? . Una forma de construcción de la narrativa, es la capacidad para retratar personajes, revelar la síntesis, la lectura de una época y sus ocurrencias.

En diversos campos Alejandro viaja a través de las técnicas que nos remiten a  la oposición, así como lo podemos ver en sus obras;  todas las capacidades de los medios digitales, así como toda la carga histórica de grabado, mostrada un campo imaginario y real en nuestro mundo de sueño y vigilia.

Sin embargo, en el campo del arte, las sorpresas en las formas revelan nuevas puertas o aberturas que se presentan como una señal, una luz, una y otra vez como una elección. Y la elección fue la imagen fantástica, precisa, creativa y llena de significados mágicos con la recuperación de la técnica tradicional de grabado ruso: Lubok.

Como el artista nos dice que "esto se ha convertido en un estilo de vida", un compromiso con las relatos de la cultura popular, asumiendo-se “ lo popular" como un amplio campo de signos, nos  lleva a la mirada común, el cuál es el discurso no convencional, ya que es fundamental para el movimiento de este enfoque.

Utilizando el enorme campo que la cultura chilanga presenta la obra de Barreto,  en compañía de las referencias mágicas del gran artista José Guadalupe Posada, nos lleva hacia lo elemental, en contradicción de los tiempos tecnológicos y sus personajes, y ahí, nos encontramos de nuevo ante una elección; la elección de la técnica acompañada de un discurso y un motivo.

Esta acción está presente en los últimos grabados del artista que procura una recuperación histórica de figuras, de sus conocimientos y posibilidades, Así como fueron los luboks una forma pública de acceso a la información.

Dentro de este campo utópico, vemos en las obras, la insinuación de la  pérdida de la  autoría  (como en los luboks originales),  y así  los grabados dejan de ser trabajos artesanales, para entrar en el campo de la apreciación intelectual correlacionado con todas las referencias probadas por aquellos que pretenden disuadir el conocimiento, para entonces, traducir esta visión a otro plano de una vida marcada como una agenda que hay que cumplir, con la figuración simbólica de la vida mundana.

Algunas imágenes son complejas y un tanto enigmáticas, y otra vemos la ausencia  del fondo, el paisaje, o la ciudad,  donde los personajes flotan. En los grabados, ellos ríen como si fueran payasos, y hacen chistes de nuestro mundo, en relación con nuestro pasado y las nuevas sátiras del nuevo mundo que todavía está en el futuro. Todo es ilusión en esta nueva naturaleza de la imaginación, e invitar a todos a penetrar en las imágenes e historias del mundo real fantástica, presentes enel trabajo de Alejandro Barreto.

 

 

 

Jeff Keese São Paulo, 1 de mayo de 2015.

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